¿Quién se le apareció a Saúl?

El libro publicado por los testigos de Jehová titulado “¿QUÉ ENSEÑA REALMENTE LA BIBLIA?” en los párrafos 16 y 17, de la página 64, dice:

 

¿Acepta su religión lo que dice la Biblia sobre los difuntos? La mayoría de las religiones no lo hacen. ¿Por qué? Porque Satanás ha influido en sus enseñanzas. Él utiliza la religión falsa para hacer creer a las personas que, después de morir, seguirán viviendo como espíritus en otro lugar....

 

A pesar de esto, el libro de 1 de Samuel cuenta un pasaje de la vida del rey Saúl, en el cual quiso comunicarse con el profeta Samuel, quien ya había muerto. Aunque Dios prohibe la práctica del espiritismo, y Dios ya no quería comunicarse con Saúl, Saúl acudió a una medium espiritista para llamar al profeta muerto. Leamos el relato:

 

La mujer entonces dijo: ¿A quién te haré venir? Y él[Saúl] respondió: Hazme venir a Samuel. Y viendo la mujer a Samuel, clamó en alta voz, y habló aquella mujer a Saúl, diciendo: ¿Por qué me has engañado? pues tú eres Saúl. Y el rey le dijo: No temas. ¿Qué has visto? Y la mujer respondió a Saúl: He visto dioses que suben de la tierra. El le dijo: ¿Cuál es su forma? Y ella respondió: Un hombre anciano viene, cubierto de un manto. Saúl entonces entendió que era Samuel, y humillando el rostro a tierra, hizo gran reverencia. Y Samuel dijo a Saúl: ¿Por qué me has inquietado haciéndome venir? Y Saúl respondió: Estoy muy angustiado, pues los filisteos pelean contra mí, y Dios se ha apartado de mí, y no me responde más, ni por medio de profetas ni por sueños; por esto te he llamado, para que me declares lo que tengo que hacer. Entonces Samuel dijo: ¿Y para qué me preguntas a mí, si Jehová se ha apartado de ti y es tu enemigo? Jehová te ha hecho como dijo por medio de mí; pues Jehová ha quitado el reino de tu mano, y lo ha dado a tu compañero, David. Como tú no obedeciste a la voz de Jehová, ni cumpliste el ardor de su ira contra Amalec, por eso Jehová te ha hecho esto hoy. Y Jehová entregará a Israel también contigo en manos de los filisteos; y mañana estaréis conmigo, tú y tus hijos; y Jehová entregará también al ejército de Israel en mano de los filisteos. Entonces Saúl cayó en tierra cuan grande era, y tuvo gran temor por las palabras de Samuel; y estaba sin fuerzas, porque en todo aquel día y aquella noche no había comido pan. (1 de Samuel 28:11-20)

 

Frente a este relato que dice que Samuel se apareció, En el libro “Usted puede vivir para siempre en el paraíso en la tierra”, publicado por la Sociedad Watchtower en 1982, en la página 91, se niega que Samuel fue quien se manifestó:

 

La revista La Atalaya se apoya en el siguiente argumento :

 

Por lo tanto, aun en el caso de que el espíritu del fiel Samuel siguiera vivo, ¿habría desobedecido a Dios colaborando con una médium para comunicarse con Saúl? Además, si Jehová no quería responder a las súplicas de Saúl, ¿podría una simple médium obligar a Dios a hablar con el rey a través de Samuel? No, ni mucho menos. Está claro que ese “Samuel” no era el profeta de Dios que había muerto. En realidad, se trataba de un demonio que se hizo pasar por Samuel. (La Atalaya del 1 de Enero del 2010, “¿Pueden ayudarnos los muertos?”)

 

Sin embargo, no es verdad que está “claro” que fue un espíritu impostor quien se presentó. En todo momento, se dice que fue Samuel quien habló. Tampoco se debe inferir por necesidad que la medium obligaría a Dios a subir a Samuel. Dios, usando su propio poder,  podría querer dar una lección final a Saúl sin tener que restringirse a los parámetros humanos.

 

Lo que la Watchtower desconsidera es el hecho de que su interpretación no cuenta con el apoyo de la antigua tradición judía anterior a la era cristiana. No hay documentos que prueben que los judíos interpretaron este pasaje como lo imponen los testigos de Jehová y otras denominaciones. Por ejemplo, veamos lo que dice 1 Crónicas 10:13

 

Así murió Saúl por su rebelión con que prevaricó contra Jehová, contra la palabra de Jehová, la cual no guardó, y porque consultó a una adivina (1 de Crónicas 10:13; Reina Valera)

 

Esta traducción concuerda con el texto Masorético (la versión Hebrea actual), pero es interesante leer cómo los judíos autores de la Septuaginta, que es una versión del Antiguo Testamento en Griego anterior a Cristo (del siglo III A.C.), presentaron este mismo texto:

 

Así que Saúl murió por sus transgresiones, habiendo transgredido la palabra de Dios, no guardándola, porque buscó a una adivina y Samuel el profeta le contestó...” (1 de Crónicas 10:13; La Septuaginta)

 

Noten cómo la Septuaginta, versión de gran autoridad utilizada por los cristianos primitivos, acepta que fue Samuel quien habló con Saúl, y no un demonio. También, el libro llamado Eclesiástico (no confundir con Eclesiastés), que fue compuesto en el siglo II antes de Cristo, concuerda con este entendimiento:

 

Después de su muerte Samuel profetizaba y manifestó al rey su fin, y levantó su voz desde la tierra en profecía.” (Eclesiástico 46:20)

 

De la misma idea fue Flavio Josefo, historiador judío del primer siglo de la era cristiana. Flavio considera que fue el mismo Samuel quien se apareció, pero no por obra de la adivina, sino de Dios:

 

Ella [la vidente], no sabiendo quién era Samuel, lo llamó del Hades. Cuando él apareció, y la mujer vio que era un hombre venerable y divino, ella se perturbó; y estando asustada por lo visto, ella dijo: “¿No eres tú el rey Saúl?”, porque Samuel le había informado a ella quién era …........ Saúl entendió por estas señales que era el mismo Samuel, y se postró delante de él hasta el suelo. El alma de Samuel le preguntó porqué lo había hecho subir. Saúl le respondió: “la necesidad me obligó a esto, porque he sido atacado por un ejército muy poderoso, estoy abandonado, sin auxilio de Dios, quien ni por lo profetas ni por otro modo me informa sobre qué va a suceder. Así, sólo me queda recurrir a tí, que siempre me tuviste tanto afecto”. Samuel, sabiendo que el momento de la muerte de Saúl había llegado, le dijo: “ Es en vano tu deseo de inquirir de mí cualquier cosa sobre el futuro, cuando Dios te ha abandonado; sin embargo, escucha lo que digo, que David será rey, y terminará esta guerra victorioso; y tú perderás tu dominio y tu vida, porque no obedeciste a Dios en la guerra con los amalequitas, y no mantuviste sus mandamientos mientras yo estuve vivo. Debes saber que el pueblo será sometido a sus enemigos, y tú y tus hijos, caerán en la batalla mañana y tu estarás conmigo." (Flavio Josefo, Antiguedades Judías, libro VI, cap. 14:2)

 

Noten que Flavio Josefo menciona que fue el “alma” (Griego: psykje) de Samuel que se manifestó. Piense ahora por un momento, si Dios recomendó  esta narración bíblica para que sea inicialmente conocida por su pueblo Israel, y si Israel tradicionalmente  entendió que fue Samuel quien se apareció, ¿por qué tendríamos que creer que los testigos de Jehová tienen la interpretación verdadera?

 

A fines del siglo II DC, la Iglesia comenzó a dividir sus opiniones sobre este punto, y aparentemente quien comenzó a decir que no fue Samuel quien subio del Hades fue Tertuliano. No obstante,   Justino Martir, cristiano apologista que predicó a mediados del siglo II, dijo:

 

"Y que las almas sobreviven, te lo he mostrado a partir del hecho que el alma de Samuel fue evocada por la bruja" (Diálogo con el Judío Trifón, cap. 105)

 

Pero a fines del siglo II, Tertuliano,  comenzaría a presentar   una opinión diferente:

 

"Casi [el demonio] no titubeó, sobre el motivo antes mencionado, para afirmarse  como un profeta de Dios, y sobre todo a Saúl, a quien entonces lo tenía  realmente como morada. No hay que imaginar que el que produce el fantasma era uno, y el que lo consultó era otro, sino que se trataba de uno y el mismo espíritu, tanto en la bruja como en el apóstata (el rey), que fácilmente fingió una aparición  de la cual ya los había preparado para creer como si fuera real (incluso el espíritu) a través de cuya influencia maligna el corazón de Saúl se fijó como  su tesoro, y donde sin duda Dios no estaba". (Sobre el Alma, cap. 57) 

 

 

No obstante, la Enciclopedia Católica no comparte ese punto de vista, porque sobre este pasaje referente a Saúl, menciona lo siguiente:

 

El profeta fallecido le reprochó su infidelidad y le vaticinó su destino inminente a manos de los filisteos (1 Sam. 28).

 

Consideraciones Finales

 

El pasaje bíblico no promueve la práctica espiritista, al contrario, fue por ésta acción que a Saúl le fue confirmada su sentencia Divina por medio de Samuel. El texto bíblico no dice que fue un demonio quien aparentó ser Samuel, sino lo contrario. Esto podría significar  que en aquel punto de la historia de Israel, hubo una creencia en una existencia después de la muerte, un estado conciente en el Seol. Porque Samuel le dijo a Saúl que al día siguiente, al morir, él y Saúl estarían en el mismo lugar.  No obstante, surge la pregunta: ¿no contradice esto lo que afirma el libro de Eclesiastés sobre la muerte?. Este será el tema de otro  artículo.