¿Ángeles o Demonios?

(Imagen tomada del libro "vivir para siempre", página 94, publicado por la Sociedad Watchtower)

 

La Sociedad Watchtower cree actualmente que hay personas fallecidas que le comunican “verdades divinas”:

 

Desde el tiempo del apóstol Juan, y bien adentrados en el día del Señor, los cristianos ungidos estaban desconcertados en cuanto a quiénes componían la gran muchedumbre. Por eso, es apropiado que uno de los 24 ancianos, en representación de los ungidos ya en el cielo, agite el pensamiento de Juan al plantear una pregunta pertinente. “Y, en respuesta, uno de los ancianos me dijo: ‘Estos que están vestidos de larga ropa blanca, ¿quiénes son, y de dónde vinieron?’. De modo que le dije inmediatamente: ‘Señor mío, tú eres el que sabe’”. (Revelación 7:13, 14a.) Sí, aquel anciano podía hallar la respuesta y dársela a Juan. Esto comunica la idea de que los resucitados del grupo de los 24 ancianos están implicados en comunicar verdades divinas hoy día. Por su parte, los de la clase Juan en la Tierra llegaron a saber quiénes componían la gran muchedumbre al observar cuidadosamente lo que Jehová estaba efectuando en medio de ellos. No tardaron en comprender el deslumbrante relampagueo de luz divina que iluminó el firmamento teocrático en 1935, al tiempo debido de Jehová. (Apocalipsis, ¡se acerca su magnífica culminación!, edición 2006)

 

Esto muestra que la Sociedad Watchtower afirma que algunas “verdades divinas”, tal como la decisión de categorizar en el año 1935 a la “gran muchedumbre” (Rev. cap. 7) como un grupo de cristianos de segunda clase, que no pueden participar del pan y el vino en la cena del Señor, viene de una comunicación con personas que fallecieron y que ahora están en el cielo. Claro, los testigos de Jehová creen que sólo 144000, simbolizados por los 24 ancianos, irán al cielo. Entonces, esto se entiende como que los restantes de esos 144000 que aún están en la Tierra, recibieron un “mensaje” de los que ya están en el cielo, y de esta manera identificaron a la “gran muchedumbre” como un grupo que comenzaría a crecer en número a partir del año 1935, pero que no debería tener esperanza de ir al cielo, y mucho menos ser miembros del cuerpo de Cristo.

 

La creencia que los resucitados que están en el cielo ayudan a la Sociedad Watchtower, viene desde los inicios de esta organización. Por ejemplo, en 1917 la revista “Zion's Watch Tower” (La Atalaya) declaró lo siguiente:

 

Aunque reconocemos que el Señor es el gran Maestro y Director de la siega, aún tenemos que reconocer que él privilegiaría a los santos que ya no están con nosotros para ser parte de la obra en este lado; así, todos los santos, los que están en el cielo, y los que están en la Tierra, están ahora teniendo el honor de concluir, en este lado, la obra preparatoria del completo establecimiento del reino de la gloria” (The Watchtower November 1, 1917, pages 324, 325; Traducción del Inglés)

 

También, el libro “El Misterio Terminado” (The Finished Mystery), publicado en 1917, declaró que el Pastor Russell, ya fallecido, todavía dirigía la obra de la Sociedad Watchtower:

No obstante, la contradicción de esta enseñanza, está en el hecho de que quien era presidente de la Sociedad Watchtower en 1935, Joseph Rutherford, y quien fue el principal mentor en “identificar” a la “gran muchedumbre” en 1935, no creyó que los resucitados en el cielo comunicaran algo a los que están en la tierra. Esto lo declaró en la revista “La Atalaya”, en 1934:

 

Todos en el templo se darán cuenta que su alimento espiritual viene de sus maestros, Jehová y Jesuscristo, y no de algún hombre. Nadie de la clase del templo (temple company) será tan tonto de concluir que algún hermano que estuvo un tiempo entre ellos, y que ha muerto e ido al cielo, está ahora instruyendo a los santos en la tierra y dirigiéndolos en su obra” (The Watchtower, May 1, 1934, page 131; Traducción del Inglés)

 

Estas palabras de La Atalaya, de autoría de Rutherford, realmente estaban dirigidas a quienes creían que el Pastor Russell aún dirigía, desde el cielo, la obra de la organización que este presidía. Evidentemente, esta creencia era un obstáculo para su autoridad. Porque los cambios que estaba realizando Rutherford, estaban contradiciendo las enseñanzas de Russell. Sin embargo, fue el mismo Rutherford quien autorizó en 1917 la publicación del libro “El Misterio Terminado”, que fomentaba la idea de que el Pastor Russell continuaba dirigiendo la obra inclusive después de muerto. Sin embargo, vemos que parte de esta doctrina se ha retomado actualmente en el libro “Apocalipsis, ¡se acerca su magnífica culminación!, en lo que se refiere a la “comunicación” con los “ungidos” que están en el cielo.

 

Si seguimos el razonamiento de Joseph Rutherford, deberíamos preguntarnos lo siguiente: si la Watchtower cree “tontamente” que en 1935 fueron “los ungidos” en el cielo quienes revelaron al “ungido” Ruthertford la identidad de “la gran muchedumbre” en 1935, ¿quiénes entonces lo revelaron? ¿Fue el Espíritu Santo? Recordemos que Jesús dijo que enviaría al Paracletos (Juan 16:7). La palabra griega “paracletos” significa “ayudante”, “consolador” o “abogado”, que es el Espíritu Santo (Juan 16:13) que Jesús enviaría a sus fieles seguidores. No obstante, Rutherford declaró que el Espíritu Santo ya no era un ayudante para la Watchtower desde 1918. Esta “nueva luz” de entendimiento la publicó en 1932 en su libro “Preservación”, confirmando lo que ya había expuesto en el artículo “The Holy Spirit” (El Espíritu Santo) publicado en la revista “The Watch Tower” (La Atalaya) del 1 de Setiembre de 1930. Podemos ver a continuación la carátula del libro “Preservación”, y su primera página, que confirma la autoría de J.F. Rutherford:

 

Si no fue el Espíritu Santo la fuente de la revelación de la Watchtower, ¿quién o quiénes serían entonces? En las páginas 51 y 52 de “Preservación”, Rutherford lo dice:

Entonces, según Rutherford, fueron los ángeles quienes reemplazaron al “espíritu santo” como fuente de revelación para los Testigos de Jehová. ¿Por qué y desde cuándo el espíritu santo ya no es necesario para la Sociedad Watchtower?, Rutherford responde a esta pregunta en las páginas 193 y 194:

 

Esto muestra sin lugar a dudas que Rutheford “remueve” la ayuda del Espíritu Santo desde 1918, y ostenta tener una comunicación directa con ángeles. ¿Serían los ángeles de Dios? , el lector podrá sacar sus propias conclusiones después de leer la siguiente sección.

 

Ángeles y Mujeres

 

Ángeles y Mujeres” (Angels and Women) fue un libro recomendado por la Sociedad Watchtower en 1924 a través de la revista The Golden Age (Edad de Oro, antigua versión de la ¡Despertad!), escrito por un Estudiante de la Biblia asociado a esta organización que fue identificado como “un amigo personal del Pastor Russell y uno que estuvo muy cerca de él y su trabajo”. En realidad, el libro es una revisión de una novela escrita en 1878 titulada “Seola” por la Señora J. G. Smith. El revisor de la obra original dijo que un ángel caído le dictó su contenido a la Señora Smith. Este angel quería retornar a la organización de Dios y le relató las condiciones de la tierra antes del diluvio universal. En otras palabras, La revista The Golden Age recomendaba a sus lectores un libro inspirado por un demonio. En la edición del 30 de Julio de 1924, The Golden Age recomendó el libro “Angels and Women” en la página 702. (vea el artículo original Golden_Age_July_30_page_702.pdf (77,4 kB))

Algunos meses después, en la edición del 3 de Diciembre de 1924, en las páginas 150 y 151, la revista publicó algunos comentarios relacionados al libro. La Señora W. S Davis, de los Ángeles, California, manifestó en parte lo siguiente:

 

He hecho algunas investigaciones y me dijeron que este fue un libro en el que un angel caído le dictó a una mujer mostrando su deseo de volver a estar en armonía con Dios; y que el Pastor Russell dio su aprobación al libro. No he escuchado sobre el libro antes, y como debemos rechazar todo lo relacionado al espiritismo me gustaría saber si el libro tiene la aprobación de ustedes, antes de comprarlo...”

 

En réplica, el editor de la revista (Clayton Woodworth), responde en parte:

 

Cuando el Pastor Russell estuvo aquí, él leyó un libro relacionado a las condiciones anteriores al Diluvio. Él recomendó el libro para ser leído por otros hermanos. Tal es su armonía con el relato bíblico sobre los ángeles caídos que él consideró el libro como extraordinario. …..Si al leer el libro uno está violando la Dedicación, es una idea que no debe considerarse …. muchos han obtenido gran beneficio al leer “Ángeles y Mujeres” porque ayuda a conseguir una visión más clara de cómo Satanás conquista a los ángeles y a la raza humana y consigue todos los estragos entre ellos. Esto ayuda a entender mejor la organización del Demonio”.

(vea el artículo original Golden_Age_December_03_1924_pages_150_151.pdf (159 kB))

 

Noten cómo el editor de la revista no ve nada de malo en leer un libro de inspiración satánica, y tampoco ve esto como algo que viole la Dedicación a Dios que prometen los asociados a la Watchtower cuando se bautizan.

 

Aunque los líderes de los Testigos de Jehová son contrarios a cualquier cosa que se relacione con el espiritismo u ocultismo, es importante notar que los fundadores de la Watchtower tenían la contradictoria postura de creer que los demonios les pudieran comunicar indirectamente verdades. Esto definitivamente ha influido en sus profecías y doctrinas primarias. Un ejemplo de esta influencia es el libro “El Misterio Terminado” (The Finished Mystery) un libro plagado de inspiración maligna; algo que puede notarse por las propias declaraciones de Clayton Woodworth (uno de los autores) en las páginas 126 y 127.

 

 

El fundador de la Sociedad Watchtower, Charles Taze Russell, exhortó públicamente a sus lectores a no envolverse con espiritismo. A pesar de esto, publicó en la revista La Atalaya una carta de un seguidor llamado Harry W. Davidge, quien confesó haber comprado una tabla güija por diversión aunque lo perturbó bastante, pero usó este medio para comprobar su fe en los escritos del Pastor Russell. Aqui una porción traducida de cómo describió lo que le preguntó al demonio de la güija :

 

 

....Entonces yo le pregunté si las Auroras [the Dawns, como eran denominados los volúmenes publicados de la doctrina de Russell] son la correcta interpretación de la palabra de Dios. La respuesta a esto fue: “Sí, las Auroras son correctas, no sólo en doctrina, sino en la cronología también”. Después le pregunté bajo qué poder operaba la tabla [güija]. Respondió que “por el poder del maligno”. Me confesó que los espíritus que operan la tabla no tienen otra misión que dificultar la obra del pueblo del Señor. Me dijo además que tienen “especial gusto en abofetear, estorbar y entrampar al hermano Russell y a sus colaboradores en la casa Betel”. Después de esto, yo terminé destruyendo la tabla........Si Satanás, o alguno de sus huestes, dijo alguna vez la verdad, ésta fue una entonces..... ” (Zion's Watch Tower , May 01, 1912, page 5024, reprint Watchtower_May_01_1912_page_5024_reprint.pdf (139 kB))

 

Es evidente que Russell publicó esta carta para mostrar que hasta los demonios apoyaban sus interpretaciones bíblicas y su cronología profética. Esto estaba en armonía con su propia filosofía que decía que “la verdad” puede venir de cualquier fuente, inclusive de Satanás:

 

Una verdad presentada por el mismo Satanás es tan verdadera como aquella verdad establecida por Dios” (“What is Truth?”, Zion's Watch Tower, July 1879, page 8 The_Watchtower_July_1879_pages_8_9.pdf (255,7 kB))

 

 

Consideraciones finales

 

El presente artículo ha mostrado tres etapas en la doctrina de la fuente intermediaria de la revelación de la Sociedad Watchtower. Después de la muerte del Pastor Russell, serían los santos y el Pastor Russell en la gloria celestial quienes ayudan en la obra de la organización Watchtower. Después, durante la última década de la presidencia de Joseph F. Rutherford, los “ángeles” (¿o demonios?) sustituyen al Espíritu Santo como comunicadores del mensaje divino a esta organización. Actualmente, se ha retomado la enseñanza original de los Estudiantes de la Biblia. Sin embargo, es paradójico que la Sociedad Watchtower enseñe que fue en 1919 cuando Jesús nombró sobre su congregación a un “esclavo fiel y discreto” (Rutherford y compañía) que le dio poca importancia a la ayuda del Espíritu Santo. No obstante, desde sus orígenes, la religión fundada por Russell tuvo infiltración demoníaca.