La Expulsión de Satanás y el año 1914

Los testigos de Jehová tienen impuesta una teología que se sustenta en creer que en 1914 comenzó el reino de Dios en el cielo, y por consiguiente, Satanás fue expulsado del cielo poco después de esa fecha. Leamos lo que dice La Atalaya del 15 de Mayo del 2009:

 

Preguntas de los lectores (w09 15/05)

¿Cuándo fue expulsado del cielo Satanás? (Rev. 12:1-9.)

 

Aunque el libro bíblico de Revelación no especifica con exactitud cuándo ocurrió, sí menciona varios sucesos que nos permiten calcularlo aproximadamente. El primero de estos acontecimientos es el nacimiento del Reino mesiánico. Sabemos que después de su instauración, “estalló guerra en el cielo” y que, como consecuencia, el Diablo fue derrotado y luego expulsado.

 

Las Escrituras señalan claramente a 1914 como el año en que terminaron “los tiempos señalados de las naciones” y se estableció el Reino (Luc. 21:24). ¿Cuánto tiempo pasó hasta que estalló la guerra en el cielo y se expulsó a Satanás?

 

Revelación 12:4 explica: “El dragón [Satanás] se quedó de pie delante de la mujer que estaba a punto de dar a luz, para, cuando diera a luz, devorar a su hijo”. Esto muestra que Satanás pretendía deshacerse rápidamente del Reino, de ser posible, en el mismo instante en que naciera. Aunque Jehová intervino para impedir que Satanás se saliera con la suya, el Diablo estaba decidido a acabar con el Reino recién establecido. Es lógico, por tanto, que “Miguel y sus ángeles” no perdieran tiempo y tomaran medidas para proteger el Reino expulsando del cielo al “dragón y sus ángeles”. Así pues, la derrota y la expulsión de Satanás debieron tener lugar poco después del nacimiento del Reino en 1914.

 

Otro factor que debemos tomar en cuenta es la resurrección de los cristianos ungidos. Según las pruebas bíblicas, esta comenzó poco tiempo después de haberse establecido el Reino (Rev. 20:6). Sin embargo, la Biblia no indica que los hermanos ungidos de Cristo lo acompañaran en su batalla contra el dragón y sus ángeles. Por tanto, para cuando empezó la resurrección de los hermanos de Cristo, ya debía haber ocurrido la guerra en los cielos y la expulsión de Satanás y sus demonios.

 

En resumen: aunque la Biblia no revela el momento exacto en que Satanás y sus demonios fueron expulsados del cielo, todo indica que sucedió poco después de que Jesucristo fuera coronado como Rey celestial en 1914.

 

 

El razonamiento expuesto parte de una premisa falsa, a saber, que las Escrituras "señalan cláramente a 1914 como el año en que terminaron los tiempos señalados de las naciones". A menos que se imponga la idea preconcebida que tienen los testigos de Jehová respecto a esa fecha, ningún lector podrá sacar esta conclusión leyendo la Biblia. Leamos lo que dijo Jesús sobre este asunto:

 

Además, cuando vean a Jerusalén cercada de ejércitos acampados, entonces sepan que la desolación de ella se ha acercado. Entonces los que estén en Judea echen a huir a las montañas, y los que estén en medio de [Jerusalén] retírense, y los que estén en los lugares rurales no entren en ella; porque estos son días para hacer justicia, para que se cumplan todas las cosas que están escritas. ¡Ay de las mujeres que estén encintas y de las que den de mamar en aquellos días! Porque habrá gran necesidad sobre la tierra e ira sobre este pueblo; 24 y caerán a filo de espada y serán llevados cautivos a todas las naciones; y Jerusalén será hollada por las naciones, hasta que se cumplan los tiempos señalados de las naciones. (Lucas 21:20-24)

 

Jerusalén fue destruída por los ejércitos romanos en el año 70 del siglo I, y Jerusalén dejó de estar controlada por Judíos desde esa fecha. Note que Jesús dijo que "Jerusalén será hollada por las naciones, hasta que se cumplan los tiempos señalados de las naciones". No dijo que estos tiempos terminarían en 1914. Y si fuera así, Cristo habría fallado, porque no fue hasta 1948 que el pueblo de Israel pudo constiuirse como nación de nuevo tomando posesión de su tierra, y sin embargo, aún los judíos no tienen el control de toda la ciudad de Jerusalén. En consecuencia, no han terminado "los tiempos señalados de las naciones", o como otros los llaman: "los tiempos de los gentiles". El fundador de la Sociedad Watchtower, Charles Taze Russell, así como sus seguidores, sabían que al fin de estos tiempos tendría que suceder un gran cambio para Jerusalén. Ellos esperaban que esto sucedería en 1914. Esto lo reconoce el libro que relata la historia de los testigos de Jehová, contada según la Sociedad Watchtower:

 

Esperaban que el año 1914 marcara un punto crucial y significativo para Jerusalén, pues la profecía había indicado que ‘Jerusalén sería hollada’ hasta que se cumplieran los Tiempos de los Gentiles. (Proclamadores, cap. 10 pág. 135)

 

Noten que la expectativa de Russell y sus seguidores era parcialmente correcta, porque se basaba en lo que Jesús había declarado en el capítulo 21 del Evangelio según Lucas, que afirmaba que Jerusalén sería pisada por gentiles hasta que se cumplan “los tiempos de los gentiles”. Sin embargo, llegó el año 1914 y no sucedió nada para Jerusalén. Entonces, no fallaron las palabras de Cristo, sino símplemente, la fecha de 1914 no tuvo nada que ver con el fin de los tiempos señalados de las naciones. En vez de reconocer este hecho, los líderes de los testigos de Jehová continúan enseñando deshonestamente que 1914 marca el término de estos tiempos. En ningún lugar de la Biblia se promete que sucedería algo en ese año. El hecho de que estallara la Primera Guerra Mundial, no significa que se relacione  con ese acontecimiento.

 

Por otro lado, la revista La Atalaya relaciona el establecimiento del reino mesiánico de Cristo con el fin de los tiempos señalados de las naciones, como si fueran eventos simultáneos. Sin embargo, la Biblia no menciona esto en ningún lugar. Lo que sí relaciona la Biblia es la expulsión de Satanás del cielo con el establecimiento del reino de Cristo en el cielo. Leamos esto en el capítulo 12 del libro de Revelación:

 

Y ella [la mujer] dio a luz un hijo, un varón, que ha de pastorear a todas las naciones con vara de hierro. Y su hijo fue arrebatado hacia Dios y hacia su trono. Y la mujer huyó al desierto, donde tiene un lugar preparado por Dios, para que la alimentaran allí mil doscientos sesenta días. Y estalló guerra en el cielo: Miguel y sus ángeles combatieron con el dragón, y el dragón y sus ángeles combatieron, pero este no prevaleció, ni se halló ya lugar para ellos en el cielo. De modo que hacia abajo fue arrojado el gran dragón, la serpiente original, el que es llamado Diablo y Satanás, que está extraviando a toda la tierra habitada; fue arrojado abajo a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados abajo con él. Y oí una voz fuerte en el cielo decir: “¡Ahora han acontecido la salvación y el poder y el reino de nuestro Dios y la autoridad de su Cristo, porque ha sido arrojado hacia abajo el acusador de nuestros hermanos, que los acusa día y noche delante de nuestro Dios! (Revelación 12:5-10)

 

La mujer, que simboliza al Israel de Dios, engendró a Jesús; ya que la naturaleza humana de Jesús proviene del pueblo terrestre de Dios (Romanos 9:5). Esto sucedió en el siglo I de nuestra era. Sabemos que después de la resurrección de Jesús, él fue "arrebatado hacia Dios y hacia su trono" que está en el cielo. De lo leído, podemos ver que "el reino de Dios y la autoridad de su Cristo" acontece cuando Satanás es expulsado del cielo y arrojado a la tierra. ¿Cuándo sucede esto? Jesús dijo poco antes de su última cena lo siguiente:

 

Ahora es el juicio de este mundo; ahora el príncipe de este mundo será echado fuera.” (Juan 12:31)

 

Esto indica que la expulsión de Satanás sería un evento próximo, y no para casi 2 milenios después. Es lógico pensar que cuando Cristo venció al mundo de Satanás en la cruz, Satanás ya no tendría porqué seguir en el cielo acusando a los fieles humanos ante Dios. Leamos ahora lo que sigue diciendo el capítulo 12 del libro de Revelación:

 

Ahora bien, cuando el dragón vio que había sido arrojado abajo a la tierra, persiguió a la mujer que había dado a luz al hijo varón. Pero las dos alas de la gran águila le fueron dadas a la mujer, para que volara al desierto a su lugar; allí es donde es alimentada por un tiempo y tiempos y medio tiempo, lejos de la cara de la serpiente. Y la serpiente lanzó de su boca agua como un río tras la mujer, para hacer que ella fuera ahogada por el río. Pero la tierra vino en ayuda de la mujer, y la tierra abrió su boca y se tragó el río que el dragón había lanzado de su boca. Y el dragón se airó contra la mujer, y se fue para hacer guerra contra los restantes de la descendencia de ella, los cuales observan los mandamientos de Dios y tienen la obra de dar testimonio de Jesús. (Revelación 12:13-17)

 

Aqui vemos que después que Satanás es arrojado a la tierra, sin tener ya acceso al cielo, persigue con furia al pueblo de Dios representado por la mujer. El pueblo de Dios, después de la resurrección de Jesús, eran todos aquellos que fielmente reconocieron a Jesús como Salvador. Este era el verdadero Israel de Dios. Ellos fueron primero perseguidos por los líderes religiosos judíos, mientras que el Imperio Romano se mantenía neutral en este asunto. Pero después, el emperador Nerón dio origen a la persecución contra los cristianos entre los años 64 y 68 del siglo I. Fue ésta persecución que llevó a los apóstoles Pedro y Pablo a una muerte de mártires en esas fechas. En consecuencia, es lógico pensar que "el dragón" fue arrojado abajo a la tierra después de la resurrección de Jesús, y comenzó a perseguir a la mujer, que es el pueblo de Dios, poco después que Jesús fue arrebatado al cielo. Esto concuerda muy bien con la historia de las sangrientas persecuciones que siguieron a los discípulos de Jesús.

 

No hubo tal masiva persecución de cristianos después de 1914. Es cierto que entre 1917 y 1919 los Estudiantes de la Biblia, seguidores de la Sociedad Watchtower, experimentaron persecución en algunos países. Pero esto fue principalmente por distribuir el libro titulado "The Finished Mystery" (El Misterio Terminado) publicado en 1917. Un libro plagado de falsas alarmas, que predecía acontecimientos apocalípticos que no sucedieron. Fue un libro de falsas profecías. Es verdad que el libro contenía frases en oposición a participar en la Primera Guerra Mundial, pero traicionando éstos principios de neutralidad, los líderes de la Sociedad Watchtower, con Joseph F. Rutherford a la cabeza, publicaron en 1918 frases a favor de la victoria de los Aliados contra Alemania, e incluso sugirieron comprar bonos de guerra para incrementar el poderío bélico de los Estados Unidos en la Primera Guerra Mundial. Entonces, no fueron perseguidos por una verdadera lealtad a Cristo, sino a una organización deshonesta que los extraviaba al imponerles la venta y distribución de literatura con profecías falsas.

 

Leamos ahora lo que dice Revelación 12:12

 

A causa de esto, ¡alégrense, cielos, y los que residen en ellos! ¡Ay de la tierra y del mar!, porque el Diablo ha descendido a ustedes, teniendo gran cólera, sabiendo que tiene un corto espacio de tiempo”.

 

Algunos pueden objetar que si Satanás fue arrojado a la tierra en el siglo I, y a partir de ahí le queda un "corto espacio de tiempo", esto no es coherente con los 2 milenios que ya han pasado. No tenemos una respuesta definitiva a qué se refiere este corto tiempo. Solo podríamos especular. Pero si este período de tiempo debe contarse a partir de que Satanás fue expulsado poco después de la resurrección de Jesús, podemos analizar, basados en la historia, que los elementos utilizados por Satanás para destruir a su Iglesia fueron derrotados en un período relativamente corto. Por ejemplo, la nación judía que perseguía a los cristianos fue castigada por Dios al destruir su ciudad en el año 70 del siglo I. Esto ocurrió dentro de la generación que Jesús dijo que no pasaría (Lucas 21:32). El Imperio Romano, que fue utilizado por Satanás para perseguir a los cristianos, dejó de hacerlo cuando el Emperador Constantino de convirtió al cristianismo y declaró la libertad religiosa en el año 313 con el Edicto de Milán. Después, Roma sufrió invasiones hasta desaparecer el Imperio Romano de Occidente en el siglo V. Esto indica que el poder político que usó Satanás para destruir a la Iglesia duró como máximo 3 siglos. Ningún poder político ha podido destruir el cristianismo, y el libro de Revelación garantiza esto. A fines del primero siglo de nuestra era, ya había aproximadamente un millon de cristianos. Ninguna persecución pudo impedir que el número de cristianos aumentara. Esto no impide que haya una tribulación futura contra los cristianos. El tiempo confirmará lo que sucederá. No tenemos una explicación completa para cada detalle del libro de Revelación. Sería imprudente fijar fechas como lo hacen los testigos de Jehová.

 

Recapitulando

 

Hemos mostrado que el fin de "tiempos señalados de las naciones" o "tiempos de los gentiles" no terminaron en 1914, porque Jerusalén no dejó de ser ocupada por las naciones gentiles en ese año. Por otro lado, la expulsión de Satanás del cielo no está correlacionada con el fin de los tiempos de los gentiles. El capítulo 12 del libro de Revelación dice que cuando el diablo fue arrojado a la tierra persiguió con furia al pueblo de Dios. Esto sucedió poco tiempo después que los discípulos de Jesús vieron a Jesús volver al cielo resucitado. Después que los judíos asesinaron a Esteban estalló una gran persecución:

 

"...En aquel día se levantó gran persecución contra la congregación que estaba en Jerusalén; todos salvo los apóstoles fueron esparcidos por las regiones de Judea y de Samaria." (Hechos 8:1)

 

Algunas décadas después, los cristianos fueron perseguidos también por el Imperio Romano; el emperador Nerón inició una de las más sangrientas persecuciones contra los cristianos. Todo esto se ajusta muy bien a la furia del dragón descrita después de ser arrojado a la tierra. Por otro lado, en 1914 comenzó la Primera Guerra Mundial, pero no fue una guerra para perseguir a cristianos.

 

La expulsión de Satanás del cielo significaría el comienzo del Reino de Cristo en el cielo, aunque en la tierra esto todavía no ha sucedido (Hebreos 2:8), probablemente porque los “tiempos de los gentiles” no han terminado (Lucas 21:24; Hechos 1:6-7).