Una regla intolerante de su propia Organización llevó a muchos testigos de Jehová a la carcel

29.09.2012 22:53

 

Los Testigos de Jehová y el Servicio Alternativo
 

La Sociedad Watchtower prohibe a sus miembros cualquier servicio militar. Aunque originalmente permitía algo de apoyo a los gobiernos nacionales durante tiempos de guerra, después la Watchtower cambió su postura e incluso prohibió a los testigos de Jehová a aceptar el servicio civil alternativo por muchos años. Este servicio es un servicio que sustituye al servicio militar. Entonces, si un testigo de Jehová no quería servir en el ejército por motivos de conciencia, algunos países les permitían la alternativa de substituirlo por un trabajo de servicio civil. Sin embargo los líderes de la Sociedad Watchtower prohibieron incluso esta alternativa. Una medida totalmente radical. En consecuencia, a través de los años, muchos de los testigos de Jehová fueron encarcelados por obedecer ciegamente al cuerpo gobernante. Al creer que esta negativa tenía la aprobación de Dios  algunos de ellos incluso fueron “ejecutados”. A continuación algunas citas de las   publicaciones de la Sociedad Watchtower sobre este asunto:

 

“ ‘...Pero, ¿cuál es verdaderamente su objeción al servicio civil, como una alternativa?’ Los Testigos explicaron que no es que ellos se opongan al servicio civil como tal, sino que, más bien, es un asunto de estricta neutralidad. Por lo tanto, cualquier trabajo que meramente sea un sustituto del servicio militar sería inaceptable para los testigos de Jehová... El servicio civil como un sustituto del servicio militar sería exactamente tan objetable para el cristiano.”—¡Despertad!, 8 de marzo, 1975, p. 23

 

Fuera que el punto en cuestión abarcara derramar sangre, realizar servicios militares que no fueran en combate u otros servicios, o el de saludar una imagen tal como la bandera nacional, los cristianos fieles adoptaron una postura definida y no intermedia. En algunos casos se les ejecutó debido a esta posición.” — La Atalaya, 1 de septiembre, 1986, p. 20
 

Notamos que los editores de las revistas La Atalaya y la Despertad se lavan las manos con estas declaraciones. Porque la verdad es que los testigos de Jehová no actuaban por su propia iniciativa en este asunto. Ellos sí entendían que no debían participar del servicio militar, pero rechazar el servicio civil no tenía lógica, y fue algo impuesto por los líderes de la Watchtower, y no algo que "los testigos" sabían "explicar" como "inaceptable". Y note que cuando decimos que esto era algo "impuesto por los líderes", significa que si no obedecían, serían considerados testigos infieles y serían castigados hasta con penas de expulsión, que conduce a la total marginación en la organización. Generalmente, cuando los líderes de la Sociedad Watchtower comentan sus errores pasados, ellos no admiten su culpa, sino que declaran que esto era lo que entendían los testigos de Jehová en el pasado.

Sin embargo, la postura de la Sociedad Watchtower en contra de cualquier tipo de substituto al servicio militar permaneció vigente hasta 1996, año en que  este  asunto se dejó a libre decisión  individual para sus miembros.

 

¿Puede el cristiano dedicado efectuar tal servicio? Una vez más, el cristiano dedicado y bautizado debe tomar su propia decisión.” — La Atalaya, 1 de mayo, 1996, p. 19

 

Para minimizar la reacción violenta que este cambio de postura podría tener sobre los testigos de Jehová que habían sido encarcelados por su incapacidad de aceptar servicio alternativo a cambio de servicio en combate, la Watchtower publicó algunas reacciones positivas de testigos de Jehová:

 

LA ATALAYA del 1 de mayo de 1996 contenía un estudio a fondo sobre la neutralidad cristiana y cómo equilibrar las responsabilidades cristianas que tenemos con Jehová y con el “César”. ...Se han recibido muchos comentarios de agradecimiento por la nueva información, entre ellos la siguiente carta, escrita por un Testigo de Grecia y dirigida al Cuerpo Gobernante de los testigos de Jehová: ‘Quiero expresarles mi más profundo agradecimiento a todos ustedes, queridos hermanos, por el buen cuidado espiritual que nos dispensan. Habiendo pasado unos nueve años en prisión debido a mi fe cristiana, agradezco de verdad las maravillosas reflexiones de La Atalaya del 1 de mayo de 1996... La luz más clara de La Atalaya del 1 de mayo ha sido bien recibida aquí en Grecia, especialmente por quienes han pasado varios años en prisión o aún se hallan presos debido a su fe.’ ” — La Atalaya, 1 de noviembre, 1996, p. 27

 

Imagine pasar una buena parte de su vida en prisión por una postura que la organización determinaría después ser ¡un error! ¿Cómo justificaría esos años que pasó uno en una prisión por nada? ¿Y qué podríamos decir de los testigos de Jehová que murieron por esta postura que ahora ha sido cambiada? Al publicar declaraciones positivas como éstas en la Atalaya, la organización busca condicionar a los testigos de Jehová para que miren estos cambios como evidencia de un liderazgo divino y no como una manipulación humana. Sobre este asunto, Raymond Franz, ex miembro del cuerpo gobernante de los Testigos de Jehová,  comenta en su libro "Crisis de Conciencia" lo siguiente:

 

Por alguna razón, el efecto en la vida de la gente no parecía importar lo suficiente como para que los miembros[del cuerpo gobernante] se sintieran movidos a dejar a un lado su norma "establecida" en tales casos. En algún momento, en la historia pasada de la organización, una norma de expulsión se había formulado (a veces el producto del pensamiento de un solo hombre, muy a menudo un hombre patéticamente aislado de las circunstancias relacionadas con el caso) y esa norma se había puesto en vigor; una regla se había adoptado y esa regla controlaba, a menos que una mayoría de dos terceras partes pudiera cancelarla. Quizás ningún caso ilustra mejor este modo extraño de abordar tales temas como lo hace el asunto del servicio alternativo. "Servicio alternativo" describe el servicio civil ofrecido por un gobierno como alternativa para aquellos que tienen objeciones de conciencia a participación en el servicio militar. Un número bastante grande de países ilustrados ofrecen esta alternativa a tales personas entre sus ciudadanos. La posición oficial de la Sociedad Watch Tower, que se desarrolló durante la Segunda Guerra Mundial, es que si un Testigo de Jehová acepta tal servicio alternativo él ha "transigido," ha quebrantado su integridad para con Dios. El razonamiento detrás de esto es que este servicio es un "substituto," por lo tanto toma el lugar de lo que substituye y (de acuerdo al razonamiento seguido) representa lo mismo. Como es ofrecido en lugar del servicio militar y como el servicio militar envuelve (potencialmente, al menos) el derramar sangre, entonces, cualquiera que acepte el substituto pasa a ser "derramador de sangre." Esta notable norma se desarrolló antes de que el Cuerpo Gobernante fuera realidad y evidentemente se decidió entre Fred Franz y Nathan Knorr durante el período durante el cual ellos produjeron las principales decisiones en cuanto a las normas de la organización. A través de los años, en obediencia a esta norma, literalmente miles de Testigos de Jehová en diferentes países alrededor del mundo han ido a prisión en lugar de aceptar el servicio alternativo. Hay centenares de Testigos en prisión ahora mismo, debido a esto. El no adherirse a la norma de la Sociedad resultaría en que se les considerara automáticamente como "desasociados" y tratados como "expulsados. " En noviembre del 1977, una carta de un Testigo en Bélgica hizo surgir preguntas en cuanto al razonamiento sobre el cual esta norma estaba basada. Esto llevó a que el asunto se considerara por el Cuerpo Gobernante, primero el 28 enero del 1978 y luego ello de marzo, nuevamente el 26 de septiembre, el 11 de octubre, el 18 de octubre y el 15 de noviembre. Se hizo una encuesta a nivel mundial y se recibieron cartas al respecto de parte de unas noventa oficinas de sucursal. Un número considerable indicó que los Testigos en sus respectivos países tenían dificultad en ver las razones bíblicas de la posición asumida por la Sociedad. Considere lo que sucedió en el Cuerpo Gobernante. En la reunión del 11 de octubre del 1978, de trece miembros presentes, nueve votaron a favor de cambiar la norma tradicional con el fin de que la decisión de aceptar o no el servicio alternativo se dejara a la conciencia del individuo; cuatro no votaron a favor. ¿El resultado? Debido a que en aquel entonces el total de miembros del Cuerpo era de dieciséis, y nueve no era una mayoría de dos terceras partes, no se hizo cambio alguno. En el 15 de noviembre, todos los dieciséis miembros estuvieron presentes y once votaron por un cambio en la norma, de manera que el Testigo que a conciencia aceptara tal servicio no sería automáticamente catalogado como infiel a Dios y desasociado de la congregación. Esto sí era una mayoría de dos terceras partes. ¿Se efectuó el cambio? No, pues después de una breve intermisión, uno de los miembros del Cuerpo Gobernante anunció que había cambiado de parecer. Esto destruyó la mayoría de dos terceras partes. Una nueva votación se tomó, con quince miembros presentes, de los cuales nueve favorecieron el cambio, cinco votaron en contra y hubo una abstención. Aunque en todas estas votaciones, una clara mayoría del Cuerpo Gobernante favorecía el remover la norma existente, esta norma permaneció vigente y como resultado se esperaba que los Testigos varones siguieran arriesgándose a ir a la cárcel más bien que aceptar el servicio alternativo aun cuando ellos mismos pensaran a conciencia que tal cosa no era impropia a los ojos de Dios. Increíble como parezca ser, ésta fue la posición que se asumió, y la mayor parte de los miembros del Cuerpo parecieron aceptarlo como algo por lo cual no perturbarse. Ellos estaban, después de todo, siguiendo las reglas vigentes.

De acuerdo con mis registros. aquellos votando a favor fueron: John Booth, Ewart Chitty, Ray Franz, George Gangas, Leo Greenlees, Albert Schroeder, Grant Suiter, Lyman Swingle, Dan Sydlik. Aquellos votando en contra fueron: Carey Barber, Fred Franz, Milton Henschel, William Jackson, Karl Klein. Ted Jaracz se abstuvo. En todos estos casos controversiales, la "ofensa digna de expulsión" no era algo claramente identificado en las Escrituras como pecaminoso. Era sólo el resultado de una norma organizacional. Una vez publicada, esa norma quedaba fijada como carga que la hermandad mundial tenía que llevar, junto con las consecuencias de la tal norma. ¿Sería incorrecto pensar que en tales circunstancias las siguientes palabras de Jesús aplican: "Atan pesadas cargas y las ponen sobre los hombros de los otros, pero ellos mismos ni con un dedo hacen por moverlas"? .Dejo esto para que lo decida el lector.