La prohibición de los trasplantes de órganos y su relación con las transfusiones de sangre

28.10.2012 19:06

La relación entre las transfusiones de sangre y los trasplantes de órganos


 

Antes de abordar directamente el tema principal de este artículo, es importante resaltar cómo los líderes de los Testigos de Jehová enfatizan su autoridad divina frente a sus seguidores. Para esto, vamos a citar a continuación algunas afirmaciones de la Atalaya en Inglés del 15 de Junio de 1957:

EL CANAL DE COMUNICACIÓN DE JEHOVÁ
Jehová ha establecido un canal muy definido de comunicación por el cual él trata  con  su  pueblo...  Permítanos  ahora  inequívocamente  identificar  el  canal de  Jehová  de  comunicación  durante nuestro  día,  que  nosotros  podemos continuar  en  su  favor.  Escuche  a  la  respuesta  inspirada  a  la  situación,  en Mateo 24:45‐47 (TNM): “¿Quién es, verdaderamente, el esclavo fiel y discreto a  quien  su  amo  nombró  sobre  sus  domésticos,  para  darles  su  alimento  al tiempo  apropiado?  ¡Feliz  es  aquel  esclavo  si  su  amo,  al  llegar,  lo  hallara haciéndolo así! En verdad les digo: Lo nombrará sobre todos sus bienes.” ¿Y lo  ha  hecho?  Sí,  particularmente  desde  1919  ha  sido  verdad  que  él  ha nombrado  un cuerpo colectivo el remanente ungido sobre  todo los  intereses visibles  del  Reino.  El  “esclavo”  entonces  se  hizo  responsable  no  sólo  para atender  las  necesidades  de  los  miembros  del  cuerpo  ungidos  sino  también asumió  la  responsabilidad  de  predicar  las  buenas  nuevas  del  Reino establecido a los pueblos de todas las naciones... Es vital que apreciemos este hecho y respondamos a las direcciones del ʺesclavoʺ como hacemos a la voz de Dios. — The Watchtower, 15 de Junio de 1957, pág. 370 párrafos 6‐7 (en inglés).

 

Como hemos podido notar, los testigos de Jehová son exhortados a considerar las directrices de sus líderes ("el esclavo fiel y discreto") como si fueran la voz de Dios. Se afirma que los testigos de Jehová deben aceptar que quienes los lideraron desde 1919, y sus correspondientes sucesores, han sido nombrados por Dios, como su canal, desde el año 1919. Esto significa que los testigos de Jehová creen que lo que escribe el cuerpo gobernante de la Sociedad Watchtower, que representa "el esclavo fiel y discreto", proviene de Dios. Veamos cómo fue el entendimiento divino de este "esclavo fiel y discreto" en el asunto de los trasplantes de órganos.

En la década de 1950 la Sociedad Watchtower no mencionó ningún asunto relacionado a los trasplantes de órganos porque recién estaban en una etapa experimental. Fue en 1961, sin embargo, que la Atalaya del 1 Diciembre (en Español), página 734, en su sección de Preguntas de los lectores, publicó la siguiente pregunta:

¿Hay algo en la Biblia en contra de dar los ojos de uno (después de la muerte) para ser trasplantados a una persona viva?”

La respuesta, fue:

La cuestión de la donacion de un sola parte del cuerpo o partes de su cuerpo a disposición de los hombres de ciencia o los doctores, con los propósitos de experimentación científica o la sustitución de otros organos es mal visto por algunos organismos religiosos. Sin embargo, no parece que ningun principio o ley en las Escrituras, lo trate. Por lo tanto, es algo que cada individuo debe decidir por sí mismo. Si su propia mente y conciencia le dice que esto es una cosa correcta que hacer, entonces él puede hacer dicha disposición, y nadie más debe criticarlo por hacerlo. Por otra parte, nadie debe ser criticado por negarse a entrar en ese tipo de acuerdos. “

 

A pesar de que en la década de 1960 los trasnplantes de órganos generaron polémica debido a que se cuestionó el caracter ético de su aplicación, la Sociedad Watchtower mantuvo una postura moderada. Inicialmente permitió decidir este asunto individualmente. Sin embargo, en 1967, los líderes de la Sociedad Watchtower cambiaron de opinión, y en la sección de "Preguntas de los Lectores" de la Atalaya(en inglés) del 15 de Noviembre de 1967( que corresponde a la Atalaya en Español del 15 de Abril de 1968), respondieron a la siguiente pregunta:

¿Existe alguna objeción en las Escrituras que diga que una persona no puede donar su propio cuerpo con fines de investigación médica o que no puede aceptar órganos trasplantados de algún recurso como este? … Cuando existe un órgano enfermo o defectuoso, la manera común en que se recobra la salud, es tomando nutrientes. …Cuando los hombres de la ciencia concluyen que este proceso normal ya no funcionará y sugieren remover el órgano y reemplazarlo directamente con un órgano de otro ser humano, esto simplemente es un atajo. Aquellos que se someten a tales operaciones están por lo tanto viviendo de la carne de otro ser humano. Eso es canibalismo. Sin embargo, cuando Jehová Dios permitió al hombre comer carne de un animal, no concedió permiso a los seres humanos para que intentaran perpetuar sus vidas al tomar de manera caníbal, carne humana en sus organismos, ya sea masticada o en la forma de órganos completos o partes del cuerpo tomadas de otros. … Algunos podrán discutir que estas prácticas terapéuticas involucradas en las operaciones modernas de transplantes de órganos son más científicas que tales tratamientos primitivos. No obstante, es evidente que los hombres que practican la medicina no han ido más allá en el uso de tratamientos que equivalen al canibalismo si se ha considerado justificada tal cosa."

 

Esta publicación es muy clara en su condenación a los trasplantes. Se les consideró canibalismo. Esto significó que desde el año 1967 los testigos de Jehová debían obedecer el nuevo entendimiento de sus líderes en este asunto. Ellos no podrían hacerse ahora  un trasplante de órganos en caso de urgente necesidad, porque en su nuevo entendimiento "Jehová Dios no concedió permiso a los seres humanos para perpetuar sus vidas de manera canibal con carne humana". De esta manera se estaba imponiendo el punto de vista de que  recibir un trasplante de órgano era equivalente a canibalismo. Por ejemplo, la revista Despertad (en Español) del 8 de Setiembre de 1968, en la página 22, enfatizó esta visión :

Hay personas como los testigos cristianos de Jehová, que consideran todos los trasplantes entre humanos como canibalismo; y ¿no es un canibal utilizar la carne de otro humano para la propia vida de uno? Tampoco, de ninguna manera, son ellos los únicos que sustentan este punto de vista. Así, Newsweek del 18 de diciembre de 1967 dijo: "Un corazón artificial que pudiera produzirse en masa aliviaría la escasez de corazones y .... la necesidad de canibalizar cuerpos". Y el Dr. Donaldo F. Scott, cardiólogo consultante del Hospital de Londres, condenó el trasplante de corazón como "casi equivalente a canibalismo .... No es un procedimiento que esté dentro de nuestros límites como doctores".

Se recalcó el mismo punto en un repaso extenso de los problemas del trasplante de corazón por dos de los redactores del News de Miami del 22 de enero de 1968. El artículo, de varias páginas de longitud, principió con las preguntas: "¿Milagro médico o canibalismo ? Nueva esperanza para el hombre o un paso a la destrucción final? ¿Voluntad de Dios o anatema?".

Verdaderamente, por sus trasplantes de corazón los cirujanos están planteando problemas morales, legales y religiosos de la mayor magnitud.

 

Sí, podemos notar que en aquella época, algunos médicos y algunos religiosos, estaban cuestionando el carácter ético de los trasplantes de órganos. Eran momentos de opiniones divididas. No obstante, La Sociedad Watchtower adoptó la postura más radical, al condenar esta nueva alternativa médica utilizando falaces argumentos aplicando erróneamente la Biblia. Esta postura fomentó un punto de vista equivocado en los testigos de Jehová, y perjudicó sus decisiones al tener que decidir entre  sus vidas o su salud y la nueva postura impuesta por sus líderes religiosos.

Por ejemplo, la Atalaya del 15 de Mayo de 1970, en la página 317 (dos años después del inicio de esta postura radical), la revista cuenta el caso de un testigo de Jehová que tuvo un problema de salud, en el cual sólo podía elegir entre dos alternativas: O aceptar una trasfusión de sangre y salvar su riñón, o perder el riñón. El testigo de Jehová decidio rechazar la trasfusión y perder el riñón. No obstante, al rechazar su riñón,  este  podría ser util para trasplantarlo a un paciente que estaba en peligro de muerte. Leamos cómo el testigo aplicó el nuevo entendimiento bíblico impuesto por la Sociedad Watchtower:

Atalaya 15 de mayo de 1970 página 317 :

Apreciando la protección de Jehová

Los médicos indicaron la intervención quirúrgica como el medio más prometedor de alivio. El urólogo residente en jefe me ofreció una alternativa: Podría reparar la arteria y salvar la mitad del riñón con la ayuda de transfusiones de sangre, o remover todo el riñón sin recurrir a la transfusión de sangre. La reparación de la arteria implicaría un alto grado de hemorragia postquirúrgica. Por otra parte, podría sobrevivir y pasarla bien con un solo riñón sano. Escogí la remoción del riñón. El día antes de la intervención quirúrgica el presidente del equipo de trasplantes de riñones entró y me preguntó si estaría de acuerdo en hacer disponible el riñón al que yo estaba renunciando a un paciente joven cuyos riñones habían fallado.

Parece que aunque la arteria que llegaba a mi riñón no estaba funcionando, el riñón mismo estaba en buenas condiciones. El doctor estaba deseoso de obtener mi riñón, pero le expliqué que como testigo de Jehová tengo que cumplir con lo que la ley de Dios indica en tal asunto. Le dije que él recibiría una respuesta franca y cabal a su pregunta después que yo considerara con mi familia lo que la Palabra de Dios decía sobre aquella cuestión.

Más tarde ese mismo día le informamos nuestra posición bíblica tocante a la carne humana y su uso y citamos los pasajes pertinentes de la Palabra de Dios. Preguntó si yo podría quedar con una buena conciencia después de negarle mi riñón a su paciente joven. En contestación le indiqué que mi riñón no era mío de modo que yo pudiera darlo, y que era preciso usarlo en armonía con la voluntad de Aquel que lo había creado. Y se vio obligado a reconocer que aun con el riñón no podía garantizar la supervivencia de su paciente. Indiqué que la vida futura por medio de la resurrección prometida para mí mismo y para su paciente joven dependía de nuestra obediencia a los principios de Dios según se manifiestan en las Santas Escrituras.

 

Note cómo el testigo de Jehová colocó en primer lugar el torcido entendimiento bíblico de su organización, que no sólo lo llevó a perder su propio riñón al rechazar una transfusión de sangre prohibida por sus líderes, sino que tampoco permitio que el riñón que ya había perdido, pudiera aumentar las probabilidades de salvarle la vida a otra persona. Todo esto por obedecer a un falso canal de Dios, que en el año 1980 retrocedio y volvió a su punto de vista del año 1950:

 

¿Debería tomar acción la congregación si un cristiano bautizado aceptara el trasplante de un órgano humano, como el de una córnea o un riñón? Con relación al trasplante de tejido o hueso humano de una persona a otra, éste es un asunto en el que cada testigo de Jehová debe tomar una decisión de conciencia. Algunos cristianos pudieran pensar que el introducir en su cuerpo algún tejido o parte del cuerpo de otro ser humano es canibalismo. … Hoy, otros cristianos sinceros pudieran opinar que la Biblia no descarta definitivamente los trasplantes médicos de órganos humanos. … También se pudiera alegar que hay una diferencia entre los trasplantes de órganos y el canibalismo, puesto que no se ha matado al “donante” para suplir alimento. … no hay un mandato bíblico directo que prohíba la ingestión de otra clase de tejido humano.” —La Atalaya, 15 de septiembre, 1980, p. 31

 

Note cómo mudaron su punto de vista los líderes de la Sociedad Watchtower e inclusive aceptaron el simple y claro  argumento que razona que no hay nada de malo en recibir un trasplante de órgano porque no es el resultado de asesinar al donante. ¿No podrían haber pensado esto antes de imponer sus puntos de vista y perjudicar la salud de quienes creen en ellos?. Por otro lado, es evidente que recibir un trasplante de un órgano, no es lo mismo que comerlo. No obstante, es lamentable que una vez más, los miembros del cuerpo gobernante de los testigos de Jehová (su esclavo fiel y discreto) no se hayan disculpado por haber extraviado a sus seguidores, en este asunto, por más de 10 años (desde 1967 hasta 1980). No hubo ninguna manifestación pública de disculpa por parte de los líderes de la Sociedad Watchtower. ¿Valió la pena obedecer a un grupo de hombres que impusieron un entendimiento torcido de la palabra de Dios?.

Frecuentemente La Sociedad Watchtower evade su responsabilidad al afirmar que las decisiones las toman los individuos y que todos los Testigos de Jehová son libres de decidir acerca de los tratamientos médicos. Pero, ¿es verdad eso? Si así fuera, por qué se dijo en esta misma edición de La Atalaya (15/9/1980 página 31) que:

El comité judicial de la congregación no tomaría acción disciplinaria si alguien aceptara un trasplante de órganos”.

 

Algunos testigos de Jehová apologistas dicen que nunca se prohibieron los trasplantes de órganos. Si los trasplantes de órganos fueron un asunto de conciencia individual, entonces no hubiera habido necesidad de aclarar después de más de 10 años, que no se tomaría ninguna medida disciplinaria. De hecho, quien conoce la organización de los testigos de Jehová, sabe que cuando la Sociedad dice que "Jehová Dios no concedió permiso" hacer tal o cual cosa, todos los testigos de Jehová saben que si lo hacen serán sometidos a un comité disciplinario. Y fue eso exáctamente lo que hizo el supuesto "canal de Dios" con respecto a los trasplantes de órganos, que "Jehová Dios .... no concedió permiso a los seres humanos para que intentaran perpetuar sus vidas al tomar de manera caníbal, carne humana en sus organismos, ya sea masticada o en la forma de órganos completos o partes del cuerpo tomadas de otros".

organ.PDF (266,1 kB)

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¿Cómo debería influir este entendimiento en lo que respecta a las transfusiones de sangre?

Desde que la Sociedad Watchtower estableció la prohibición de las transfusiones de sangre, la Sociedad argumentó que una transfusión de sangre es lo mismo que comer sangre o beber sangre. Por ejemplo, en el año 1951 dijeron:

Muchos dicen que recibir una transfusión no es lo mismo que comer sangre - ¿Es correcto este punto de vista?”

Un paciente hospitalizado puede ser alimentado por la boca, por la nariz o por las venas. El suministro de soluciones de azúcar por vía intravenosa se llama alimentación intravenosa. Por tanto, la propia terminología hospitalaria reconoce como alimentación el proceso de colocar nutrición en el sistema de uno a través de las venas. Por lo tanto el enfermero que administra la transfusión está alimentando al paciente con sangre a través de las venas, y el paciente que la recibe la está comiendo a través de sus venas. (The Watchtower, 1 de julio de 1951, pág. 415) [texto original en inglés]

 

Inclusive, la Sociedad Watchtower en su artículo Respect for the Sanctity of Blood, The Watchtower, Sept. 15, 1961 p. 558, fundamentó su punto de vista al citar al médico George W. Crile:

"No importa que la sangre se introduzca al cuerpo por medio de las venas en vez de por la boca. Tampoco tiene valor la afirmación de algunos de que no es lo mismo que alimentación intravenosa. El hecho es que alimenta o sostiene la vida del cuerpo. En armonía con esto se halla una declaración en el libro Hemorrhage and Transfusion, por Jorge W. Crile, A.M., M.D., quien cita una carta procedente de Denys, médico francés e investigador primitivo en el campo de las transfusiones. Dice: “Al ejecutar transfusión no es otra cosa sino nutrir por el camino más corto que el usual -es decir, colocar en las venas sangre que está toda hecha en vez de ingerir alimento que solo se convierte en sangre después de varios cambios.”" (La Atalaya (en Español), Marzo 15, 1962, p. 175)

 

Lo que la Sociedad Watchtower no informó a sus lectores, es que el médico Jean Baptiste Denys vivió en el siglo XVII ( lea su biografía en https://en.wikipedia.org/wiki/Jean-Baptiste_Denys), e inclusive, Jorge W. Crile lo aclara en el mismo párrafo que La Atalaya está citando parcialmente. Entonces, esta es una visión desactualizada de lo que representa una transfusión sanguínea. En la misma obra de Jorge W. Crile, en el capítulo XIII, que se titula: A General Review of the More Modern Theories and Practice of Transfusion, se expone el punto de vista moderno sobre las transfusiones de sangre. Leamos lo que dice:

La cuestión para saber si la sangre actúa o no como alimento al ser transfundida, es de interés. Hunter concluye que al no ser inmediatamente destruída, su valor nutritivo no es tan bueno como al tomar sangre por la boca. Encontramos que la pérdida de peso por inanición es inafectada por la trasnfusión de sangre, cualquiera que sea la cantidad o la frecuencia....... como se demuestra teóricamente y por experimentos, la sangre transfundida es de poco valor, si alguno, como alimento para quien la recibe. Grandes cantidades de plasma sanguíneo serían probablemente mucho más alimento que cantidades de sangre total, pero es dudoso si se podría inyectar lo suficiente para producir resultados medibles. —(Hemorrhage and Transfusion; An Experimental and Clinical Research, by George W, Crile, New York and London, D. Appleton and Company, 1909, Chapter XIII A General Review of the More Modern Theories and Practice of Transfusion, pp. 271-2

 

A partir de esta cita podemos ver que la Sociedad Watchtower sólo citó a George W. Crile cuando hizo referencia a la opinión de un médico del siglo XVII, en la que se entendía incorrectamente que la transfusión de sangre causa los mismos efectos que comerla, y no cuando el mismo autor muestra el punto de vista actualizado que contradice este concepto. De esta manera la Sociedad Watchtower engaña a sus lectores transmitiendo una verdad incompleta. El punto principal está en notar que la transfusión de sangre total no es lo mismo que comer sangre. Por ejemplo, en 1964, la Sociedad Watchtower publicó un artículo donde dijo que si algunas fracciones de sangre no tienen la finalidad de nutrir el cuerpo, entonces no estarían prohibidas por la palabra de Dios. Leamos una porción de este artículo:

La Sociedad no recomienda ningún uso médico moderno de la sangre, tales como el uso de la sangre en conexión con inoculación. Sin embargo, la inoculación es virtualmente una inevitable circunstancia en algunos segmentos de la vida social, y así dejamos a la conciencia del individuo el determinar someterse a inoculación con suero que contenga fracciones de sangre con la finalidad de crear anticuerpos contra las enfermedades. Si una persona hizo esto, esta puede consolarse por el hecho de no estar directamente comiendo sangre, lo cual está expresamente prohibido en la palabra de Dios. Esto no es usado para alimento para reemplazar pérdida de sangre.(The Watchtower (La Atalaya, versión en Inglés), 11/15/1964, pages 680-683).

 

No obstante, hemos visto que la transfusión de sangre completa tampoco tiene, de manera efectiva, la finalidad de nutrir al cuerpo. Ahora la Sociedad ya admite este hecho:

Como indica el cirujano cardiovascular Denton Cooley: “Una transfusión sanguínea es un trasplante de un órgano" (¡Despertad!, Oct. 22, 1990, p. 9)

"Cuando los médicos trasplantan un corazón, un hígado u otro órgano, el sistema inmunológico del que lo recibe pudiera detectar el tejido ajeno y rechazarlo. Sin embargo, una transfusión es trasplantar un tejido." (¿Cómo puede salvarle la sangre?, 1990, p. 8)

 

Noten que ahora la Sociedad Watchtower acepta el hecho de que una trasfusión de sangre equivale a un trasplane de órgano. Cuando la Sociedad Watchtower consideraba los trasplantes de órganos como canibalismo, razonaba lo siguiente :

 

comer un riñón es lo mismo que recibir un trasplante de riñón.

Comer sangre es lo mismo que recibir una transfusión de sangre.

 

Sin embargo, después de aceptar los trasplantes de órganos y de reconocer que la transfusión de sangre también es un trasplante de órgano, la Sociedad Watchtower ahora razona de la siguiente forma:

 

comer un riñón NO es lo mismo que recibir un trasplante riñón.

Comer sangre es lo mismo que recibir una transfusión de sangre.

 

Note la incongruencia de esta última postura. ¿Por qué la Sociedad Watchtower no quiere admitir que comer sangre no es lo mismo que una transfusión de sangre, a pesar de que sabe que esta equivale a un trasplante de órgano, lo cual no equivale a comer sangre?. La única respuesta lógica se encuentra en el departamento legal de la Sociedad. Muchos testigos de Jehová han muerto al rechazar una transfusión de sangre creyendo que desobedecían a Dios al entender esto como si fuera lo mismo que comer sangre. Si la Sociedad Watchtower tuviera que admitir que se equivocó, al igual que lo hizo con los trasplantes de órganos, tendría que enfrentar millonarias demandas legales en su contra, así como probablemente la mayor crisis de credibilidad ante sus miembros.

Cabe destacar que la Sociedad Watchtower hizo una campaña feroz en contra de vacunación y utilizaba erróneamente argumentos bíblicos para rechazarla. Así, la revista The Golden Age (Edad de Oro, antigua versión de la revista Despertad) del 12 de Octubre de 1921, en la página 17, dijo:

"La vacunación nunca previno nada y nunca lo hará, y es la práctica más bárbara que existe...nosotros estamos en los últimos dias; y el demonio está perdiendo su dominio haciendo un tremendo esfuerzo mientras tanto para hacer todo el daño posible....Usen sus derechos como cuidadanos americanos para abolir para siempre esta práctica demoniaca de la vacunación".

 

También, esta misma revista The Golden Age (La Edad de Oro) , del 4 de Febrero de 1931, página 293, dijo:

"La vacunación es una directa violación del pacto eterno que Dios hizo con Noé después del diluvio".

 

Esta campaña hizo que muchos testigos de Jehová rechazaran vacunarse, lo cual les acarreó problemas legales en los Estados Unidos, ya que vacunarse era una ley del gobierno americano. Por este motivo, la Atalaya (en Inglés) del 15 de Diciembre de 1952, en la página 764, decidió retroceder en su postura y así respondio a una pregunta de los lectores:

¿Son las vacunas una violación de ley de Dios que prohibe introducir sangre en el sistema? -- G.C., Carolina del Norte.

"El asunto de la vacunación debe ser decidido por el propio individuo....Y nuestra Sociedad no tiene los recursos para estar envuelta legalmente en el caso o para asumir la responsabilidad por el modo como el caso acaba. "

"Después de considerar el asunto, no nos parece que esté violando el pacto eterno hecho con Noé, en conformidad con el registro de Génesis 9:4, ni contrario al mandamiento de Dios en Levítico 17:10-14. Verdaderamente, no se puede argumentar en base a la razón o a las Escrituras y probar que por ser vacunada, la persona inoculada esté comiendo o bebiendo sangre consumiéndola como comida o como recibir una transfusión de sangre".

 

Aquí evidenciaron que cambiaron de opinión principalmente para no enfrentar problemas legales. Tampoco pidieron disculpas por extraviar a los lectores durante más de 20 años, al igual que después hicieron durante más de 10 años con los trasplantes de órganos. ¿Por qué no pensaron antes que no había base bíblica para prohibir la vacunación?. Lo mismo ocurre actualmente con las transfusiones de sangre. No obstante, La Sociedad Watchtower ahora ya no puede cambiar de opinión para evitar un problema legal que la llevaría al colapso. Entonces, surge la pregunta: ¿debería usted obedecer las directrices del cuerpo gobernante de los testigos de Jehová como si fueran la voz de Dios?.

Ahora para muchos testigos de Jehová puede parecer cómico decir que las vacunas son demoníacas o confundir los trasplantes de órganos con el canibalismo, pero en el pasado, aquellos que no obedecían las instrucciones "del canal de Dios" en los citados asuntos, eran vistos como malos cristianos, rebeldes o espiritualmente débiles. Lo mismo que ahora hacen con quienes aceptan una transfusión de sangre.

 

Los apologistas minimizan el error

 

La Sociedad Watchtower exhorta intensamente a sus miembros a no leer páginas en internet que la critiquen e inclusive insiste en que los testigos de Jehová no defiendan sus creencias en internet al contestar acusaciones que vienen de "apóstatas" u "opositores". Sin embargo, hay testigos de Jehová que no obedecen esta "sugerencia". Estos desobedientes apologistas, defensores  de la organización de los testigos de Jehová, han publicado en un blog en internet, una defensa a las acusaciones que se han hecho sobre su postura pasada en lo que se refiere a los trasplantes de órganos. El siguiente enlace contiene un artículo que intenta minimizar el error de esta organización:

 

https://tj-defendidos.blogspot.com.br/2013/01/cual-fue-la-verdadera-postura-de-los.html

 

Ahora vamos a citar y comentar algunas de las afirmaciones hechas en ese blog. Por ejemplo, cuando se admite que la revista Atalaya consideró los trasplantes como canibalismo, se tratan de disculpar con el siguiente argumento:

 

Sin duda, en esta postura influyó directamente el artículo sobre “Canibalismo médico” de la Encyclopœdia of Religion and Ethics (Enciclopedia de religión y ética), de James Hastings (véase el tomo 3, página 199).

 

Esta respuesta es interesante, quiere decir que la sabiduría mundana que ellos tanto critican influyó en radicalizar su postura. Ahora leamos con atención los siguientes argumentos:

 

Iglesias como la católica, por ejemplo, presentaron en el pasado serias objeciones a la técnica del homotrasplante, o trasplante entre seres de la misma especie (E. Chiavacci, Morale della vita fisica, EDB, Bologna 1976, pp. 64-81). En su libro Problemi di etica sanitaria (Problemas de ética sanitaria, 1992; Ancora, Milano, pág. 189), el jesuita Giacomo Perico reconoce que hasta no hace mucho tiempo, los trasplantes planteaban "todavía serias reservas de carácter moral” para los católicos (las cursivas son suyas).

 

Lo mismo puede decirse de otras religiones. Por ejemplo, no ha sido hasta 1987-88 que el judaísmo se ha expresado oficialmente de forma favorable respecto a los trasplantes (véase, por ejemplo, Alfredo Mordechai Rabello, "Donazione di organi. Comunicato dell’Assemblea dei Rabbini d’Italia", Ha Keillah, junio 2000, págs. 12-13; Riccardo Di Segni, "Il punto di vista dell’ebraismo", en "La donazione e il trapianto di organi e di tessuti", Punto Omega, diciembre 2000 [anno II, n. 4], pág. 34).

 

El Consejo Religioso Musulmán rechazó la donación de órganos en una fecha tan tardía como 1983, aunque más tarde ha cambiado completamente su posición y ahora se acepta, con algunas salvedades.

 

El pueblo gitano no tiene una religión propia, pero sus creencias tradicionales tienden a oponerse a la donación aún hoy en día, pues piensan que el cuerpo debe permanecer intacto durante un año tras la muerte.

 

En el sintoísmo, la religión tradicional de Japón, suele considerarse un grave crimen mutilar un cuerpo muerto, según E. Narnihira en su artículo "Shinto Concept Concerning the Dead Human Body" (“El Concepto Sintoísta Sobre el Cuerpo Humano Muerto”). En el mismo, añade: "Hasta el día de hoy, es difícil obtener el consentimiento de las familias que han perdido a un ser querido para hacer una donación o una disección”.

 

Así pues, muchos grupos religiosos se han opuesto en algún momento a los trasplantes y la mayoría han cambiado su punto de vista con el tiempo, como sucedió con los testigos de Jehová. Aunque, como también hemos visto, los testigos de Jehová nunca fueron obligados a aceptar tal postura bajo amenaza de expulsión.

 

Estos argumentos son aún más sorprendentes para quienes conocemos la postura que tiene la Sociedad Watchtower contra toda otra organización religiosa. Al inicio de nuestro artículo hemos mostrado que la revista Atalaya afirma que los líderes de la Sociedad Watchtower deben ser considerados por sus miembros como "la voz de Dios", como el "canal" de comunicación que Jehová tiene con su pueblo. Por lo tanto, sorprende que estos apologistas ahora quieran disculpar a su organización comparando sus errores con los errores de las otras religiones. Si el cuerpo gobernante de esta religión fuera el canal de Dios ¿ tendría sentido escudarse en los errores de quienes ellos llaman religiones falsas?, por ejemplo, según ellos, religiones como la  Católica, y las Iglesias Protestantes y Evangélicas son todas apóstatas. ¿Por qué condenan a la destrucción a los líderes religiosos de otras denominaciones, pero cuando quieren encubrir sus errores se igualan a ellos?.

 

Después se dice:

 

Los trasplantes no estaban prohibidos categóricamente, sino que los testigos de Jehová debían tomar su decisión personalmente...

 

Sí, al parecer a nadie se le expulsó de esta organización por hacerse un trasplante, pero es muy probable que ningún testigo de Jehová haya podido aplicarse uno durante la década en que "el canal de Dios"(la Watchtower) decretó que Dios no dio permiso para esta práctica, que según ellos, Dios consideraba como canibalismo. Inclusive, cabe resaltar que esta organización impone a los testigos de Jehová la creencia de que lo que dice su cuerpo gobernante es como la voz de Dios. La decisiones personales que ellos toman están fuertemente influenciadas por lo que se publica en la revista La Atalaya.

 

Finalmente citaremos sus conclusiones:

 

En resumen, aunque es cierto que las publicaciones de los testigos de Jehová expresaron una postura negativa respecto a los trasplantes, hemos visto que no hay evidencia de ningún Testigo que muriese directamente por rechazar un trasplante (y mucho menos de “muchos Testigos”); hemos visto que no fue una postura fanática ni suicida, pues en aquellos años los trasplantes no eran sino experimentos científicos de alto riesgo; hemos visto que por entonces era una cuestión polémica y que otros grupos religiosos e incluso médicos estaban en contra; hemos visto que no se tomaba ninguna medida disciplinaria contra los Testigos que aceptasen los trasplantes, sino que era una decisión personal.

En conclusión, la acusación lanzada por enemigos de los testigos de Jehová es una verdad, mezclada con varias mentiras y todo en un trasfondo engañoso, con una perspectiva histórica absolutamente distorsionada.

El paralelismo que se pretende crear entre aquella postura sobre los trasplantes y nuestra postura sobre las transfusiones es más que forzado. 

En definitiva, la acusación tiene más de ficción que de realidad, pero una ficción que promueve la incomprensión y la intolerancia.

 

Es decir, ya que ningún testigo de Jehová, según ellos, murió directamente al rechazar un trasplante, todas las críticas y acusaciones son exageradas. Es como si un ingeniero por error construyera un puente defectuoso que se derrumbó cuando nadie estuvo sobre este, y minimizara las críticas contra su irresponsable hecho que pudo haber ocasionado un grave accidente. También, el lector podrá entender que el paralelismo que se hace entre los trasplantes de órganos y las transfusiones de sangre aplica acertádamente, ya que una transfusión de sangre equivale a un trasplante de órgano, tal como ahora lo reconoce la Sociedad Watchtower. Peor aún es cuando se dice que estas críticas promueven "la incomprensión y la intolerancia". ¿Podía algun testigo de Jehová contradecir a su cuerpo gobernante cuando este proclamó que los trasplantes eran canibalismo? Claro que no, hubieran sido considerados apóstatas, tal como los ex testigos de Jehová que critican la postura de esta organización en su prohibición de las transfusiones de sangre, que comprobadamente ha dejado y deja morir miles de vidas, incluso de muchos niños que no pueden decidir por sí mismos. ¿No son las posibles demandas legales las que preocupan a la Sociedad Watchtower para decidir eliminar su postura radical contra las transfusiones sanguíneas?